Los astrónomos alguna vez se preguntaron sobre un planeta parecido a un malvavisco llamado WASP-107 b. Es hinchado y ligero, casi tan grande como Júpiter pero con mucha menos masa, ganándose el apodo de "planeta malvavisco microondas". El poder infrarrojo de Webb finalmente resolvió el caso. Su luz reveló que la atmósfera del planeta contiene casi nada de metano, solo una milésima parte de lo que se esperaba. Dado que el metano se descompone a temperaturas más altas, esto sugiere que el planeta es más cálido por dentro y su núcleo es más grande de lo que se pensaba anteriormente. La sorprendente calidez proviene del calentamiento por marea. Su órbita ligeramente tambaleante estira el planeta como si fuera plastilina, generando calor interno que lo infla. Este acogedor y sobrecalentado interior explica su forma parecida a un globo sin necesidad de teorías extravagantes. Gracias a la precisión de Webb y a los datos anteriores de Hubble, los científicos ahora pueden explicar por qué WASP-107 b es tan aireado, convirtiendo un desconcertante malvavisco cósmico en una clara pista sobre cómo se comportan los exoplanetas. Crédito de la imagen: NASA, ESA, CSA, Ralf Crawford (STScI)