El sistema actual H-1B es un derroche e incentiva a los estafadores. Si la administración lo cambiara a un sistema de compensación por ranking, las estafas desaparecerían y el valor del programa casi se duplicaría de la noche a la mañana, sin necesidad de ampliación.

Los externalizadores y las empresas de selección deberían ser absolutamente aplastados, porque solo existen porque el sistema está mal diseñado. Su utilidad está en manipular un sistema. Eso no tiene sentido.