cuando crecí en las afueras de Pittsburgh, Pensilvania en los años 90, había frecuentes manifestaciones públicas del kkk en áreas públicas (juzgados, centros comerciales, iglesias, etc.) Se informaba en las noticias y hablábamos de ello en la clase de educación cívica de la escuela secundaria: siempre nos decían que, independientemente de si estábamos de acuerdo o en desacuerdo, tenían derecho a expresar sus opiniones y reunirse como parte de sus derechos de la Primera Enmienda Parece simple, pero vale la pena recordar que debemos proteger colectivamente el derecho de expresión y reunión de los demás, incluso cuando encontramos que esas opiniones son contrarias a nuestros valores o incluso aborrecibles Tener derecho a expresar sus puntos de vista requiere tolerar a los demás