El S&P 500 ha ganado un 10% anual a largo plazo (incluidos los dividendos), pero ese rendimiento no ha llegado en línea recta. Los cambios en el sentimiento de los inversores han llevado a enormes desviaciones de la línea de tendencia del 10% en ocasiones, con períodos de extrema codicia (2000) y miedo extremo (2009). $SPX