Si el FBI y la policía revisaran a cada joven somalí en Minnesota por FGM, descubrirían pruebas irrefutables y miles de víctimas, lo que llevaría a que casi todos los miembros de esta comunidad, los padres, los médicos y los maestros, fueran deportados o encarcelados. Esto sería mucho más rápido que años de investigaciones en papel.