Esta imagen ha causado más daño al movimiento anti-coche y pro-transporte público que cualquier recorte presupuestario del 50% podría haber hecho. Lo siento, hermanos del transporte, a menos que las posturas progresistas sobre el crimen, el castigo y la disfunción urbana se reviertan drásticamente, el futuro de la movilidad será ganado por vehículos autónomos (especialmente una vez que los sindicatos laborales luditas y obstruccionistas sean apartados).