Un sacerdote español del siglo XVI escribió la primera defensa sistemática del dinero sólido, identificó la inflación como un robo y justificó el asesinato de tiranos que imponían impuestos sin consentimiento. Los reyes prohibieron sus libros. Los verdugos los quemaron. La Inquisición intentó borrarlos de la historia. Pero este monje jesuita había desarrollado las ideas fundamentales de la economía austriaca 250 años antes de que Austria existiera. 🧵
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